jueves, 2 de agosto de 2018

Procesos constructivos para zopencos

Cuando eres inspector de obra, te encuentras con contratistas que te sacan de quicio... hasta del vano.
En fin, una de las cosas que más suelen hacer es eliminar componentes de las estructuras para reducir costos, cosa que ciertamente es grave, ya que afecta las condiciones estructurales con las que el diseñador dio a luz el diseño (redundanteeeee).
Hay una serie de cosas que se debes saber para poder identificar si el contratista es uno decente y ordenadito o un maleante rebuscón.
Así que voy a darte algunas pistas sobre como saber si el proceso constructivo empleado por el contratista es el adecuado. Pero ojo, depende también de la obra que se esté supervisando.
Veamos pues una lista de cosas que debes tener en cuenta para inspeccionar a tu malea... digo contratista:
  1. Si el diseño dice 4, que ponga 4: Uno de los mayores errores que cometemos (sí, yo también me incluyo) es querer cambiar el diseño añadiendo o quitando cosas. Se da mucho esta práctica en infraestructura. Generalmente, estas obras van enterradas, así que no se ve el resultado final, lo que es excelente para hacer chanchadas máximas a la hora de eliminar elementos o colocar otros con distinta características.
  2. No improvise, consulte primero: Cuando no tenemos al diseñador cerca, muchas veces no nos queda otra opción que improvisar, pero esto es algo que puede poner en riesgo la vida tanto del personal como del usuario final. Si existe la posibilidad de llamar al diseñador y consultarle las ideas que tenemos en mente y nos puede dar una respuesta rápida o luces sobre la misma es lo ideal. Recuerda que la obras tienen costos, las vidas humanas no.
  3. No siempre más es mejor: Sé que les ha pasado a más de uno, que se les acaban las barras #4 y sólo tienen #8. "Bueno, entonces como es el doble de gruesas  no habrá problema que uses esas" Noooo, la cosa no es así tan fácil. Se debe hacer una conversión de área equivalente, es decir, hacer una equivalencia del área de acero entre las barras. Eso se debe a que hay un área máxima de acero que debe contener la sección transversal de la estructura; así como hay un área mínima, hay un área máxima; después de allí la estructura empieza a comportarse diferente y puede fallar de una manera completamente distinta a la esperada.
  4. Si ahí va un tragante, no lo elimines: Regresando a la infraestructura, otra cosa que suele ser común, es la eliminación de los nodos de entrada (tragantes). Eso modifica el área de captación, pues la cantidad de agua que se suponía iba a ser recogida ya no lo será, causando una sobrecarga en otros puntos de la cuenca.
  5. ¡No reducirás el espesor del pavimento en vano!: El pavimento es una de las estructuras que más sufre por fatiga, por lo que la reducción de espesor debe ser inconcebible, así que nunca, nunca, nunca, nunca, jamás dejes que el contratista lo haga, o tu pavimento se partirá como galleta.
  6. Sin topografía no se construye: Uno de los mayores problemas que he tenido ha sido la falta de marcación topográfica. O al contratista no le gusta usarla o simplemente no sigue las indicaciones del topógrafo. Es lo primero que debe ir en la lista de verificación.
  7. El dueño puede decir misa: Como último consejo, pero no menos importante, es seguir los criterios establecidos en los diseños, normas y leyes a las que se encuentra sujeta la obra que desarrolles. No hay nada peor que te tilden de negligente y quede manchada tu carrera de por vida. 
Recuerda, no hay obra en el mundo que pueda compensar en precio el valor de una vida.

Sí, eso es un baño en la vía pública.
Te reto a encontrar la chanchada en la imagen.

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